jueves, 18 de diciembre de 2008

Asique no me vengan a hablar de amor, porque yo soy un monumento al malhumor, y mi sonrisa siempre fue una mala actriz ¿como puede esta ciudad estar tan gris?... No hay luz en casa pero con la vela alcanza, para alumbrarnos la amargura, dos o tres puntos de sutura...

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