viernes, 3 de abril de 2009

Otra triste historia como tantas que he escuchado, de un amor imposible de un romance mal logrado, dicen que allá era otro día más en la playa de Ipanema, se encontraba un doctor de puesto superior con su hijo, sentada en un bar y esperando al papá el nene escuchaba un piano, la pianista sonrió y el nene calló por aquella trigueñísima bahiana. Poeta soñadora, sin rumbo, sin cruzados, pero el ya no se iría de su lado, no. Aquella bahiana de tierra y sol, le enseño lo que es el amor. Aquél bahiana fue más que el cielo, fué más que un Dios. La fuerza que los apoderó fue la que luego los traicionó... todavía se oye en el aire a aquel nene llorar de amor por aquella bahiana.

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