Una vez aprendí que tenía que ser fuerte para que los demás no me aplastaran. Y en mi afán de serlo, me termine aplastando solo. Termine perdiendo lo que me caracterizaba, lo que me hacia único, lo que me daba esa belleza. Por miedo a sufrir termine sufriendo, por miedo a perder termine perdiendo, por miedo a fracasar termine fracasando. Por miedo a ser, termine siendo un personaje. Un personaje que no sufría, no lloraba, no amaba, pero que tampoco querían. Hoy miro a ese personaje y es solo el reflejo de mis miedos. .

Dime tonterías. Me encataba cuando lo hacías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario